Periódico CNT nº 399 - Abril 2013
Frente al paro y la corrupción: Organización y lucha
El pasado mes de marzo se escenificaba una nueva imagen de consenso en torno a las políticas contra el paro entre el gobierno, la patronal y el sindicalismo institucional. Una escena vergonzosa más de las corporaciones sindicales en el actual contexto social, dónde los ataques del gobierno y la patronal contra los trabajadores son continúos en el marco de una política económica que ha conducido a más de 6 millones de trabajadores en paro.
Apenas una semana después de la enésima foto entre el gobierno de turno, CCOO-UGT-CEOE, el mismo gobierno, aprobaba nuevos ataques contra la clase trabajadora, endureciendo el acceso a la jubilación anticipada y el cobro de determinadas prestaciones por los desempleados y desempleadas de más de 50 años. Médidas contra los trabajadores y especialmente graves para los más afectados por la situación económica, el paro y los despidos, como los trabajadores más mayores en situación de paro de larga duración y los sectores más jóvenes dónde la tasa de paro llega a superar el 50%, y que ven como en vez de tomar medidas para el reparto del trabajo y de la riqueza, como las que viene reclamando la CNT, actúan en sentido contrario alargando la vida laboral, lo que no hará sino aumentar el paro.
Medidas contra los trabajadosres, que en su mayoría son desarrollo y siguen la lógica neoliberal del vergonzoso pacto para el retraso de la edad de jubilación alcanzado por las corporaciones sindicales, la patronal y el anterior gobierno del PSOE, bajo el argumento de la supuesta crisis e insostenibilidad del sistema público de pensiones que estas organizaciones han asumido hace mucho.
Hemos podido comprobar además, como ante un ataque frontal contra los trabajadores, en una empresa simbólica como es Iberia, cuando se ha planteado un ERE para poner en la calle a miles de trabajadores, CCOO y UGT han aceptado 3000 despidos, sin pestañear, y antes siquiera de empezar ninguna lucha real, desactivando una vez más la movilización y la voluntad de lucha de los trabajadores, cumpliendo a la perfección el papel que les han reservado, y resumiendo en este caso, la que ha sido su política habitual en miles des empresas en estos años de duros despidos.
Complicidad con los despidos y con los gobiernos, que tiene su ejemplo más duro en el caso de los EREs en Andalucía, que sitúa a estas corporaciones sindicales dentro de un perverso sistema de complicidad y de financiación a través de los mismos, que tantas veces hemos denunciado, un aspecto más de la corrupción que asola a todo el entramado político y económico de este sistema que no deja de extenderse.
Nos enfrentamos a un panorama dónde se avecinan nuevos y sostenidos ataques contra nuestros derechos más básicos, dónde Chipre aparece como un ejemplo de la voracidad y del tipo de futuro que nos reservan las instituciones financieras a los trabajadores y trabajadoras. Sabemos de la incapacidad y la evidente falta de intención, repetidamente demostrada, del sindicalismo institucional para dar una respuesta contundente, continuada y coordinada. Por eso necesitamos más que nunca construir herramientas de lucha, poner en pie la organización y afirmar a la CNT como alternativa de lucha para que la clase trabajadora enfrente esta situación y aspire al cambio radical de sociedad que necesitamos.
En este contexto, la CNT ha reforzado recientemente, su apuesta por la movilización sostenida, y por la lucha en las calles y en las empresas como única vía para hacer frente a esta situación, apostando por movilizaciones cada vez más amplias y contundentes, junto a todos aquellos con quienes podamos coincidir en la necesidad de organizar la resistencia desde la acción directa, el anticapitalismo, la horizontalidad, y la autonomía, con un empeño muy decidido en hacer frente a la creciente represión con la que el gobierno pretende hacer frente a la movilización social.
Nos va todo en ello, es la hora de organizarse y luchar.
Secretariado Permanente del Comité Confederal